Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

La firma invitada

Antonio Morillo Andújar

Eólicas 'offshore' en La Caleta

Offshore', para quien no lo sepa, (fuera de costa, ribera u orilla) significa salir de la línea que separa el Mar y la Tierra. Puede ser a cien metros de la orilla o cincuenta y cuatro kilómetros mar adentro. El término se ha puesto de moda para así llamar a las plataformas eólicas marinas 'offshore' destinadas a producir electricidad a partir del viento. Dicho esto, para que todo el mundo lo entienda y no sólo los ilustrados, sépase también que proponen hacer estas plataformas en nuestros Astilleros navales, habida cuenta que los chinos y vietnamitas, que trabajan por veinte euros al mes, son los culpables de que no nos encarguen un barco ni por casualidad.

Por tanto, dicen, hagamos plataformas 'offshore', unas diez o quince por año, y coloquémoslas en nuestras costas. ¡Formidable! Calculan que así los Astilleros tendrán trabajo para quince años. Dado que se prevé que el Plan Energético que estudia el Gobierno sea de 3 giga vatios (3 GW) a repartir en dos zonas, el Norte y el Golfo de Cádiz, nos corresponderían 250 plataformas 'offshore', de manera que veríamos el mar como enrejado o como esas hileras de palillos de dientes que ponen en las ferias las casetas de tiro al blanco. Y después de los 15 años, ¿qué?

Sigamos. ¿Dónde poner las plataformas 'offshore'? Pues en La Caleta, en el Faro de las Puercas en medio de la Bahía (¡ menudo viento hace allí con un ponientazo!) Porque por algún lado habrá que empezar y para dar ejemplo. Y así, además, por estar tan cerca de los Astilleros, en un 'plisplás' se llevan al sitio. Luego, se pondrán frente a Chipiona, Rota. Más tarde, en Sancti Petri, frente a los hoteles de La Barrosa. Luego, frente a Conil, El Palmar, Trafalgar, etcétera, etcétera. Pues ni me imagino que pensaran ponerlas en toda la costa provincial y dejar a las aguas de la Bahía sin ellas.

¿Ustedes se imaginan la maravilla de ir paseando por el Campo del Sur, el Castillo de Santa Catalina, La Caleta o la Alameda Apodaca... una noche de Luna, o sin Luna, mientras los enamorados se arrullan sobre la balaustrada cara el mar, y contemplar el trepideo de esos magníficos y gigantescos molinos sobre las aguas? Porque, además, como ahora hacen los parques eólicos instalados en las campiñas, tintineando sus luces, como si fueran un enorme y fantástico árbol de Navidad. Es una delicia cómo los contemplamos ya desde nuestro pueblo ¡Qué bonito!

Problema es el coste laboral de chinos y vietnamitas sojuzgados y esclavizados por sus regímenes políticos trabajando por un puñado de arroz y de resultas una competencia atroz. Problema que la plataforma continental de nuestra provincia sea profunda y, por ende, los molinos haya que ponerlos muy cerca de la costa. Dinamarca tiene ocho parques marinos a 40 kilómetros de la costa, porque su plataforma continental es menos profunda. Y problema es que para vestir a un santo haya que desvestir a otro. Buscar solución para salvar a la industria a base de destruir nuestro medio ambiente y el turismo no puede ser, no podemos echar el trigo a los peces, llevar las bodegas a los Astilleros y las vacas a los hoteles.

Me imagino que los sesudos planificadores pensarán qué sectores y qué alternativas tiene nuestra provincia cara al futuro. La pesca está en retroceso, la agricultura y la ganadería, de pena. ¿A dónde vamos? Y sin tener que comernos la gallina que pone los huevos. Sería como cuando el pescador coge de la mar los peces inmaduros o los que van a desovar al rio, esquilmando su futuro por solucionar un problema inmediato. O como si el agricultor se come el trigo del Pósito o las patatas de siembra. ¿Y para el año que viene, ¿qué ?

Todos los gaditanos debemos darnos cuenta de que el turismo es, debe ser, un factor importantísimo en nuestra economía. Da alegría ver los muelles de Cádiz con enormes trasatlánticos. Ver cómo prospera el sector en Chiclana y Conil con hoteles magníficos, la mayoría bien adaptados al medio y pueblos agrícolas, que antes vivían sólo del campo, ahora tienen más puestos de trabajo en el turismo que en la agricultura y la ganadería. Y hasta cómo el pueblo se prepara y entiende que hay revitalizar la historia, el paisaje y nuestros monumentos. Por todo ello no se puede, no se debe, en aras de unos paños calientes a un sector industrial, destruir las realidades y expectativas turísticas de otros. Habrá que buscarles otras soluciones, que las hay, que tiene que haberlas. Por ejemplo, construir esos molinos para otros sitios o construir y vender a Libia, Argelia, Túnez, Marruecos, países limítrofes con el desierto del Sahara, parques fotovoltaicos que allí sí que serán rentables.

Nada en contra de las energías renovables, al contrario. España es la tercera potencia mundial tras Alemania y Estados Unidos, con más de 20.000 megavatios instalados, siendo el 20% eólica y el 17% nuclear. Y nuestra provincia es puntera. Pero no hay que pasarse. Por poner algún ejemplo, Paterna está rodeada, Zahara de los Atunes ídem, da hasta miedo pasar por las campiñas repobladas de enormes molinos. Necesitaríamos mil 'Quijotes' lanza en ristre para defendernos de sus impactos. Nuestros campos son un emporio, siempre lo han sido y lo que no se puede es hacer una reforma agraria al revés, de manera que los incentivos y la plusvalía vayan en detrimento de los puestos de trabajo y hasta de la cacería (en las plantas fotovoltaicas está prohibido cazar).

Estamos concienciados de que las energías renovables son fundamentales, de que hay que disminuir las emisiones de carbónico a la atmósfera, de que no puede quemar y quemar carbón y petróleo. Y está muy bien que se invierta en ello. Pero no se quiera convencer de que los gaditanos somos los únicos a quienes incumbe esta tarea. ¿'Offshore'...? Por favor, por muy en inglés que me lo diga, échelas Vd. un poquito más para arriba.

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